Naufragando entre bucles de violencia, resiste con resiliencia Susana la solitaria. Llega a nuevos lugares acompañada por sus fieles compañeros de vida, descubriendo barrios más humanos y sensibles, tan raros como ella.
En este pequeño gran barrio llamado Vallecas hemos sembrado pertenencia. No somos víctimas, sino supervivientes, guerreros que ya hemos vivido cosas peores.